— Escucha lo nuevo —
Recientes estudios de una universidad revelan que si compartes información falsa en redes sociales corres el peligro de contagiarte de una bacteria… ¡FALSO!
Si estás leyendo estas líneas es porque eres de las pocas personas que actualmente leen la información antes de compartirla. Ese escaso porcentaje que no se dejan llevar por un título sensacionalista y una imagen llamativa; es decir, por “información basura“. Si eres de los que no se dejan engañar continúa leyendo.
¡Ah! por cierto, es obvio que no existe tal estudio. Ninguna bacteria se va comer tu cerebro si compartes información falsa. Es sólo un título sensacionalista para atraer tu atención; y demostrar así el punto al que quiero llegar con éste artículo.
Ultimamente he encontrado muchos “artículos basura” compartidos desde Facebook por algunos de mis contactos. (Que se supone fueron a la universidad)
Me permito llamarlos así, ya que son artículos emitidos por pseudo periódicos noticiosos que redactan información falsa, haciéndola pasar por verídica; sin investigación, ni fundamentos.
Lo que también he notado, es que incluso el periodismo serio, ahora muestra artículos de cualquier cosa de actualidad; chismes que circulan en las redes sociales. Lo que se hace tendencia en twitter o lo que se les atraviese en la red, la convierten en la gran noticia. Simplemente hacen copy/paste, sin corroborar la veracidad de la información.
No se si es el hambre de dinero. La necesidad de conseguir más de likes o retwitts y tráfico a las páginas web. Lo cuál lleva por obvia consecuencia más dinero por ganancias de publicidad. No se cual sea la razón que motive a estas personas a redactar dicha información; que para un periodista profesional o para cualquier persona con un poco de pensamiento crítico, es algo totalmente fuera de la ética profesional. Y con esto quiero decir que NO es ético crear y compartir información sin antes haber verificado las fuentes.
Esta hambre rapaz por tráfico a sus sitios web, también se ve reflejada en los artículos con títulos morbosos. Aquellos que nada tienen que ver con lo escrito en la redacción. O que tal los mini artículos que en dos pequeños párrafos, ya “redactaron y ahondaron” en toda la información que necesitaban; mientras menos letras y más fotos, mejor. Y que decir de las páginas en donde se encuentra un párrafo por página cargada; seguro las has visto. Son unas donde tienes que cambiar de página para seguir leyendo; es decir, más impresiones de la publicidad que les genera ingresos por un sólo “articulo” redactado.
Dinero fácil por publicidad, sin dar nada a cambio, sin informar, o incluso desvirtuando la información. Cientos de likes y compartidos por una “noticia” falsa o sensacionalista, que no tiene tintes de broma. ¿Cómo es posible todo esto?
Fácil. Nosotros tenemos la culpa por compartir, retuitear o dar likes al primer impulso. Un título llamativo y lo compartimos, incluso algunas veces sin leer la nota. Nos conformamos con leer un sólo artículo sin asegurarnos que sea verdad. Creemos inmediatamente y no contrastamos la información, no buscamos más, no investigamos más a fondo. Hay quién con leer los titulares cree que ya está informado de todo.
En esta era de la información, no nos damos el tiempo para leer con detenimiento, entender y analizar la información proporcionada. El pensamiento crítico ha sido desplazado por el instinto que reacciona, que da like, que gusta del morbo; de lo extraordinario, increíble, único, del ansia de estar “informado” con las últimas “noticias”, de ver imágenes y fotos, no letras. Y nuestro instinto le da miles de ganancias a gente que sin ética, se aprovecha de esta situación; porque saben que somos más reactivos que reflexivos.
Es una responsabilidad muy grande, estando tan interconectados, compartir información sin corroborar la seriedad de la fuente. Ya que en este mundo globalizado somos parte del engaño al convertirnos en difusores de información falsa, ayudando a propagar mentiras. Todo por no tener la decencia de investigar un poco más, contribuimos a generar un chisme global.
No amigo, tu cerebro no se va a infectar de una bacteria si compartes información falsa. Pero si estarás provocando una enfermedad social aún más grande; la implantación de una falacia.
«una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad» Göbbels
Ok, lo se. En ésta ultraposmoderna sociedad de lo políticamente correcto, el primero que diga Hitler pierde. Pero, permíteme llegar al punto. Y es que, con el poder de penetración de las redes sociales, todos somos Göbbels al compartir información falsa.
Posiblemente no lo has pensado, pero la información que compartes habla más de ti de lo que te imaginas. Si lo reflexionas detenidamente, seguramente habrá quién confié en ti, en lo que escribes, lo que lees y lo que compartes. No tires a la basura esa confianza, piensa, analiza, lee, contrasta la información, investiga bien antes de creer o compartir alguna información; no seas parte del engaño, NO compartas información falsa