Estética Descolonial: El Arte de la Reivindicación y la Resistencia

La corriente artística que ha surgido en relación con los movimientos anti-colonialismo y anti-imperialismo en América Latina, aunque aún no tenga un nombre ampliamente reconocido, podría ser vista como una forma de “Arte Descolonial” o “Estética Descolonial“.

Este movimiento se centra en reexaminar la historia desde las perspectivas de los pueblos oprimidos y en desafiar las narrativas impuestas por el colonialismo, el eurocentrismo y el imperialismo.

Se podría decir que busca rescatar las voces, estéticas y saberes de las culturas que fueron marginadas, al mismo tiempo que critica los legados culturales, políticos y económicos del colonialismo.

Características de este nuevo arte descolonial

El Arte Descolonial se distingue por una serie de principios y enfoques estéticos y filosóficos que lo diferencian de los movimientos anteriores, como el modernismo o el arte nacionalista de principios del siglo XX:

1. Revalorización de la cultura indígena y afrodescendiente. En lugar de simplemente integrar elementos indígenas o afrodescendientes en una narrativa nacionalista, el arte descolonial busca dar protagonismo a estas culturas, celebrando su cosmovisión, espiritualidad, técnicas y estéticas como legítimas y complejas en su propio derecho, no solo como adornos del folclore.
2. Crítica a la modernidad eurocéntrica. Este arte no solo se opone a la colonización política, sino también a la colonización del pensamiento, que impone nociones de “progreso” y “desarrollo” basadas en modelos europeos. El arte descolonial propone otras formas de imaginar el futuro, basadas en saberes ancestrales y relaciones no capitalistas con la naturaleza.
3. Narrativas históricas alternativas. En lugar de glorificar los “grandes héroes” de la historia colonial o nacional, este arte explora las historias de resistencia, marginación y supervivencia de los pueblos indígenas, afrodescendientes y otros grupos oprimidos. En este sentido, se acerca a lo que se ha llamado “contra-historia”.
4. Denuncia del neocolonialismo y el imperialismo contemporáneo. El arte descolonial también apunta a criticar las formas en que el colonialismo sigue existiendo en nuevas formas. Como el imperialismo cultural y económico de las potencias globales, y cómo esto afecta a las sociedades latinoamericanas y del sur global.
5. Resistencia simbólica y espiritual. Para muchas comunidades indígenas y afrodescendientes, la resistencia no es solo política, sino también espiritual. El arte descolonial incorpora elementos rituales, simbólicos y espirituales que han sido reprimidos o marginados durante siglos, y busca una reconexión con la tierra y los antepasados.

¿Cómo debería ser la estética descolonial?

Si imaginamos cómo debería ser este nuevo arte, basado en los principios del anti-colonialismo y el anti-imperialismo, podría tener las siguientes características:

1. Materiales y técnicas locales. Este arte podría enfocarse en el uso de materiales tradicionales, respetando las técnicas artesanales y saberes ancestrales que han sido transmitidos de generación en generación. Esto implicaría un rechazo consciente de las formas industriales de producción y una valoración del trabajo manual y la autenticidad cultural.
2. Interacción comunitaria. El arte descolonial podría ser más colectivo y comunitario, en contraste con el individualismo que ha dominado muchas corrientes artísticas occidentales. Los murales comunitarios, los talleres colectivos y las creaciones colaborativas tendrían un papel importante en la práctica artística.
3. Estética del paisaje y la tierra. Este arte podría centrarse en el respeto y la conexión con la naturaleza, rechazando la explotación extractivista de los recursos y promoviendo una relación más armónica con el entorno. Podría reflejar la cosmovisión de muchas culturas originarias, donde la tierra es sagrada y el ser humano es solo una parte de un equilibrio mayor.
4. Formas híbridas. El arte descolonial podría ser un arte de hibridación, que no rechace las influencias externas, pero las reinterprete a través de una lente crítica. Esto significaría apropiarse de elementos de la modernidad, pero en función de una narrativa culturalmente consciente y liberadora.
5. Denuncia y memoria. Este nuevo arte podría también ser un arte de denuncia, donde se utilicen la pintura, la escultura, el performance y otros medios para visibilizar las luchas contemporáneas de las comunidades oprimidas, así como para recordar las masacres, genocidios y violencias cometidas durante la colonización y el imperialismo.
6. Pluralidad de lenguajes visuales. En lugar de una estética homogénea, este arte descolonial podría aceptar la pluralidad de lenguajes visuales, celebrando la diversidad de expresiones, desde los estilos figurativos hasta lo abstracto, siempre que se enfoquen en el rescate de identidades marginalizadas.

Comparación con movimientos del pasado

El arte nacionalista de inicios del siglo XX, como el muralismo de Diego Rivera, buscaba promover la unidad nacional a través de una exaltación de la cultura indígena; pero dentro del marco de un proyecto nacional mestizo.

Por otro lado. El arte promovido por la CIA (como el expresionismo abstracto) buscaba despolitizar el arte y distanciarlo de las corrientes más comprometidas socialmente, a través de una estética más abstracta e individualista.

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Resistencia Creativa: El Surgimiento del Arte Descolonial en Tiempos de Lucha

El Arte Descolonial no se alinea completamente con ninguno de estos modelos. Mientras que rechaza el arte abstracto despolitizado por su relación con la hegemonía cultural imperialista. También rechaza la visión paternalista o folclorizante de lo indígena que se encontró en algunos movimientos nacionalistas.

Es, en cambio, una búsqueda de autonomía estética y política. Donde las culturas y los pueblos marginados no son simples objetos de representación, sino sujetos activos en la creación de su propia narrativa artística.

Estética Descolonial, el Arte de la Resistencia 

Podríamos llamar a esta corriente emergente “Arte Descolonial” o “Estética de la Resistencia“. Centrada en la crítica a los legados coloniales y en la reivindicación de las identidades oprimidas.

Este nuevo arte debe ser plural, comunitario, local y crítico. Buscando no solo cuestionar el pasado, sino también proponer nuevas formas de pensar el futuro desde las raíces culturales de América Latina.

Este nuevo arte nacido de la Reivindicación y la Resistencia. Esta nueva estética de la confrontación y la introspección. Que surge de la firme convicción y lucha de los pueblos oprimidos, sólo puede tener un nombre: Resistencialismo y éste es su Manifiesto. Porque resistir es crear y crear es creer.