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A principios de este año publicamos “La cumbia del gasolinazo“. La cumbia de la discordia que sonó en las marchas y protestas contra el aumento de combustibles, que se hizo viral, que gustó a muchos y molestó a otros. Esta es la historia, cómo nació, la controversia y lo aprendido.
NOTA para quien ha llegado por Facebook o Twitter: Si estás aquí gracias al morboso título “¿Cuánto nos pagó el gobierno por la Cumbia del Gasolinazo?” te adelanto que NADA, nuestra canción nada tuvo que ver con el gobierno. Así que te puedes ir; al menos que te consideres una persona de alto criterio y te interese conocer toda la historia; al final entenderás porqué te digo ésto.
En enero de 2017 el tema del Gasolinazo, el aumento al precio de gasolina y diesel se convirtió en tendencia en redes sociales, así como múltiples protestas en las calles. Tras años de agravios y escándalos en el gobierno de Peña Nieto; los 43, la casa blanca, la boda de EPN, las reformas estructurales, el fraude del 2012; y un largo etcétera, ha causado el hartazgo del pueblo mexicano
El gasolinazo fue la gota que derramó el vaso de la indignación nacional; y un evento así no pasó desapercibido para toda clase de manifestaciones populares incluyendo el arte y la música.
Al momento más álgido del conflicto, con las manifestaciones y el país paralizado, con las marchas y sus infiltrados, cuando ya el tema era mame, publicamos La cumbia del Gasolinazo y enseguida se hizo “viral” gracias al portal de AristeguiNoticias.
INDICE
Viernes de cumbia por la noche
Cómo nació La cumbia de la discordia. La canción se nos ocurrió la tarde del 6 de enero, como a eso de las 6pm. Escribí un verso, el coro y le puse unos acordes; en seguida le di a Ceci Suarez ese material para que completará la letra mientras yo hacía la pista. Para ese entonces las consignas que circulaban en redes sociales ya eran muchas; éstas resonaban en nuestra cabeza así que fué sencillo escribir el tema. Simplemente usamos las consignas de las protestas y las hicimos canción.
Para las 9pm la letra y la pista con la voz ya estaba grabada y mezclada. Cenamos algo rápido y preparamos la grabación del video. El videoclip de la que sería La cumbia de la discordia se empezó a grabar como a eso de las 10pm, mientras yo editaba, Ceci buscaba las imágenes de fondo. Para los últimos 20 segundo del video había que poner un llamado a acción, así que hice «bounce» de la pista sin la voz en Logic Pro; esta pista se llamaría La cumbia del Gasolinazo Instrumental.
Con nuestra lenta conexión a internet el video se terminó de subir a las 4:56am del día sábado 7 de enero, mismo momento en que fué publicada en nuestro canal de Youtube.
Esa misma mañana la subimos a Google Play, meses después estaría en Spotify, Deezer, Amazon y demás tiendas gracias a Freshtunes.
La cumbia de la discordia
Para esa semana de enero la mecha del gasolinazo ya estaba encendida y el mame era imparable; bastó con compartir el link con los «hashtags» de tendencia en Twitter para que llegara a los principales medios contestatarios como AristeguiNoticias, y de allí se esparció por los demás.
Diversos medios de información en internet publicaron nuestra cumbia, fue plagiada en Youtube e interpusimos un reclamo. Poco después dimos una entrevista para Grupo Reforma.
Como era de esperarse las críticas de todo tipo llovieron. Recibimos insultos y halagos de todo tipo, muestras de rechazo y aceptación; incluso alguien tocó la puerta de nuestra casa para pedir un autógrafo. Cuando haces algo así, de esa magnitud, las críticas no se dejan esperar. Sin embargo, lo haces porque no sólo no te importan los comentarios negativos, ya eres inmune e indiferente porque haces algo que es divertido y sólo el gusto y el reto de hacerlo es lo que cuenta.
Aún así, hubo un comentario que recuerdo. Alguien, en la página del portal de AristeguiNoticias, dijo que «el video era pagado por el gobierno para distraer a la gente». Nada más errado; pero me hizo pensar en cuántas veces juzgamos a lo tonto, al primer impulso, simplemente porque estamos programados para “pensar” de tal o cual manera y entonces decimos estupideces que en «verdad» creemos que son ciertas.
No, “La cumbia del gasolinazo”, la cumbia de la discordia que publicamos no fue pagada por el Gobierno de México, si la gente cree que se distrae es porque tiene muy poca capacidad de atención, y/o no tiene el poder de autogobernarse y se deja llevar por un Pensamiento-Estúpido-Impulsivo.
Y sí, también hubo interesantes comentarios positivos.
La controversia
Pareciera que éste año nos hemos esmerado en generar controversia, no sólo siendo la voz y la música de la indignación nacional con nuestra canción del gasolinazo, sino además poniendo en tela de juicio la educación musical.
Cabe destacar que para enero de 2017 yo cumplía un año de haber renunciado a mi “”encantador”” trabajo como maestro de música en una escuela del norte del país; y que Ceci Suárez se iniciaba en el mundo del emprendimiento al haber renunciado al mismo empleo.
Para ese entonces, juntos y sin salario, teníamos un floreciente sentir de empoderamiento. El poder de no depender de las instituciones a las que debes de servir, y callar sus defectos por miedo a perder un trabajo. El no ser rehén del halago. El poder de defender nuestra convicción; de no dejarnos corromper por el soborno del aplauso y del salario; de no tener que satisfacer las expectativas de los demás.
Lo que he aprendido
Si bien la cumbia de la discordia fue el inicio de un año de publicaciones controvertidas; al final siempre se aprende algo.
- Cuando crees firmemente en lo que haces, y haces lo que amas, las críticas buenas o malas salen sobrando.
- Es una bendición hacer lo que te gusta sin ser prisionero del aplauso y del salario.
- Por más sincera y de buena voluntad que sea la verdad, la verdad es una daga afilada que hiere las mentes de escaso criterio.
- La gente de poco criterio se toma como personal cosas que ni le corresponden.
- La verdad es que la verdad no quiere ser escuchada.
- Hagas lo que hagas o dejes de hacer siempre te van a criticar.
- Aunque el éxito y la fama son conceptos subjetivos, los números no lo son; y cuando miles de personas ven tus contenidos diariamente es intrínseco que te van a criticar bien o mal.
- Estar en el ojo del escrutinio público es estar en el ojo de la crítica.
- Puedes controlar lo que publicas, pero no puedes controlar lo que la gente interprete de lo que publicas.
- Bien o mal, lo que importa es que hablen, vean tus videos, escuchen tu música; al final siempre sales ganando porque son contenidos monetizados, activos financieros, marca personal.
- Habrá quien le guste y quien no, la reproducción, la visita, el tráfico tu sitio nadie te lo quita.
- Entre más popular eres en Youtube, menos “amigos” tienes en tu cuenta de Facebook.
- Cada quien ve aquello para lo que fue programado.
En resumen: haz lo que te gusta y deja que el mundo siga girando.